Aldeanos de la Montaña Alavesa

Somos los gigantes aldeanos de la Montaña Alavesa. Dos gigantes que nacimos en 1917 como los Caseros de Aramaiona. Y, aunque somos alaveses, nos fabricaron en el taller del madrileño Losada.

Al nacer debimos de ser un poco feos, porque a los vitorianos de la época no les terminamos de gustar. De hecho, nos arreglaron la cara en Vitoria-Gasteiz, y tras las fiestas nos llevaron de vuelta a Madrid para rehacernos.

Costamos 300 pesetas cada uno, aunque llegamos a Vitoria desnudos, sin ropa, en mayo de 1917. Aquí en Vitoria tenían preparados para nosotros la blusa, la bufanda  y el delantal, con vestimentas típicas de la Montaña Alavesa.

Dicen que nos parecemos a algunos tipos de Vitoria-Gasteiz. O, mejor dicho, lo dicen de mí, la aldeana. Que me parezco a la Amparo… Si ellos lo dicen, así será.

Por cierto, mi compañero es el único gigante baserritarra que no fuma, ya que el ‘Regüe’ y el de la Montaña sí que le dan a la pipa. Luzco una preciosa melena al viento, aunque desde finales de los años 20 me obligaron a llevar pañuelo. Desde los 80 por fin luzco mi precioso moño: ¡Mucho mejor! Mi compañero, como es muy alavés, insiste en llevar siempre la bufanda en el hombro: ¡Él sabrá!

En los años 40 renovaron nuestras cabezas y, hay que decirlo, durante décadas estábamos realmente feos. En 1992 cogimos la belleza que hoy tenemos. ¡Y hasta adelgazamos! Y es que en 1998 cambiaron nuestra estructura de mimbre por otra de listones de madera.